Nuevamente, el 5 de agosto de este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio sus datos sobre la influenza AH1N1 y en donde se menciona que hasta esta fecha ya han muerto por esta enfermedad aproximadamente 1,154 personas en todo el mundo.
Si comparamos con el numero de 816 fallecidos dados por la OMS el 27 de julio veremos que en nueve días fallecieron 338 personas, es decir, que el promedio de personas fallecidas por día en todo el mundo aumento a 37.
De seguir este promedio para fin de año el numero de fallecidos llegarían a los 6,700 personas.
Sin embargo la OMS estima que para el mes de septiembre ya estará lista una vacuna que combatirá esta influenza.
No obstante surgen algunas preguntas:
¿Será realmente efectiva esta vacuna?,
¿Podrá distribuirse a tiempo esta vacuna en todo el mundo antes que la pandemia se vuelva incontrolable?,
¿Se distribuirán equitativamente las vacunas sin que la Comunidad Europea lo monopolice en perjuicio de otros continentes subdesarrollados como Latinoamérica , que es el mas afectado por esta pandemia?
Pero lo que es peor: ¿Se evitara que este virus logre mutar y pueda hacerse más resistente a los antivirales?
Por la rapidez como se mueve este virus, casi a la velocidad de la luz, y por el poder mortal que este virus esta demostrando se podría decir que este organismo va a la saga en esta batalla.
La humanidad se encuentra en franca lucha contra este virus, y en una torpe lucha contra si misma, pues las grandes potencias económicas ya han comprado los primeros stocks de esta vacuna en desmedro de los países latinoamericanos que son los que mas sufren el ataque de este virus.
Europa estará muy pronto en invierno, época en donde el virus se vuelve más letal.
Allí se vera si la estrategia de las potencias económicas de construir un muro de vacunas los protegerá de AH1N1.
Mientras este virus, cual ángel de Dios, seguirá recorriendo los cielos para mostrar a los hombres que son solo como la flor del campo.
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