LA GLACIACION DEL CRISTIANISMO

"Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriara.
Mas el que persevere hasta el fin, este sera salvo." (Mateo 24,12-13)
La glaciación, es un término que alude a un periodo geológico caracterizado por el enfriamiento de la tierra, durante el cual los hielos glaciares cubren grandes extensiones de la superficie terrestre, más allá de las regiones alpinas y polares.
Pero la glaciación no solo se da en términos geológicos sino también en términos espirituales, es decir, de una forma espiritual el cristianismo a nivel global esta sufriendo de uno de los mayores enfriamientos que ha experimentado desde la aparición de la iglesia hace 2000 años.
Este enfriamiento consiste en las bajas temperaturas a las que ha llegado la fe del cristiano ,al punto de no existir una diferencia entre el creyente y el inconverso. Ambos están congelados espiritualmente.
No solo esto, muchos lugares y naciones que eran considerados baluartes del cristianismo activo y misionero hoy se encuentran tan helados que están convirtiéndose en grandes cementerios para el cristianismo.
Pero esta glaciación no es algo nuevo. Ya el cristianismo había sufrido de otras glaciaciones.
La primera ocurrió cuando Vivian los propios apóstoles lidiando con la permisividad en sus iglesias.(Apocalipsis 3,15-16)
La segunda ocurrió cuando el emperador Constantino declarara al cristianismo como religión oficial, combinando lo pagano con lo cristiano.
La tercera ocurrió con el inicio de las cruzadas y con la corrupción del catolicismo de la edad media.
La cuarta y la última se originan después de las dos guerras mundiales que marcan definitivamente el descenso del cristianismo, algo que hasta ahora continua y va en aceleración. Esta última glaciación es la que hace referencia el Señor Jesús en Mateo 24,12.
Que es lo que esta causando este enfriamiento en la fe del cristiano?
El Señor Jesucristo da la respuesta: el aumento de la maldad.
Esta maldad es la causante de todas las glaciaciones cristianas. Un mal que esta penetrando en las iglesias evangélicas y que enfría la fe de los creyentes, llevándolos al estado final de enfriamiento que es la apostasía.
Es necesario luchar contra este mal, avivando nuestra fe en el calor del Espritu y de la Palabra de Dios y si es posible hacer que la fe en Cristo no sea el privilegio de unos pocos.